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La Meditación trascendental en el arte
>>> Seminarios de desarollo personal
Conferencia
Generalmente la meditación se entiende como una forma de reflexión mental, pero se pueden experimentar también otras modalidades de apertura y recepción de los mensajes que llegan desde lo profundo. También pintar es una forma de meditación. Cada meditación generalmente tiene un "objeto" de meditación hacia la cual dirigir los actos mentales. Nuestro objeto será la pintura y el sujeto la transcendencia. ¿Qué significa, pues, Meditación Trascendental a través del medio expresivo de la pintura? Significa desarrollar una sensibilidad y una percepción sobre cómo se realiza una obra de arte. Significa poner en relación la pintura con la muerte del cuerpo y la permanencia del arte. Significa tratar -a través del arte- de tener una experiencia que nos lleve más de los límites del cuerpo, del tiempo y del espacio.
Seminario
En el laboratorio se trata de entender cómo la percepción de la muerte actúe en nuestra vida. Generalmente no pensamos en esto. Generalmente nos creemos eternos y huimos de este fin último. Pero ¿qué cosa cambiaría en nuestro modo de actuar y de pintar si no tuviéramos miedo de morir? La pintura, la práctica artística en general, es un instrumento muy potente para ir más allá del límite mental que actúa como trasfondo, creado por la sensación de que cuando morimos todo termina y que por consiguiente, cualquier cosa hagamos se pierde en la absurdidad de la existencia. La pintura permite de expresar aquella dimensión inmortal y divina que se aloja en cada uno de nosotros. El único modo para superar el miedo de la muerte es tener una o más experiencias que permiten aumentar la conciencia de que algunas cosas terminan, es cierto, pero otras continúan. No se trata de derrotar la muerte en un desafío frontal, sino de desarrollar nuestro lado universal. Eso se puede hacer con ejercicios creados y directos a reforzar el registro de la transcendencia.
Argumentos del seminario
• Qué entendemos por Transcendencia
• El Sistema de Creencias sobre la muerte
• Materia y espíritu
• Causas de muerte
• La reencarnación
• Los viajes de la pre-muerte
• Meditación dinámica
• Meditación estática
• Meditación artística
A quién se dirige
A las personas sensibles al tema existencial y psicológico de la muerte. No es indicado a quienes tienen fuertes miedos relativos al argumento y que puedan entrar en crisis afrontando el seminario en forma negativa y agobiadora. Participación máxima: 12 personas.
Duración
El seminario tiene una duración total de un fin de semana con 16 horas de taller.
Costes
El seminario tiene un coste de 200 euros más la comida y el alojamiento
Extracto de la conferencia
Más allá del miedo de la muerte
El miedo hace parte de la vida. Si no hubiéramos tenido miedo de los predadores, por ejemplo, nos habríamos extinguido después de algunas generaciones. Pero hoy existen muchos miedos que nos llevan a huir de algunos pensamientos. ¿Se puede huir de los pensamientos o los llevamos siempre con nosotros? Hay un león allá afuera, puedo alejarme y salvar mi vida, pero del miedo mental que engendra sufrimiento no se puede huir. Al mismo modo la muerte es algo de lo cual no se puede huir. Nos pertenece, hace parte de nosotros. Alguien dijo que nosotros morimos cada día. ¡Cómo es exacto!
Pero en todo caso, el psiquismo actúa, aisla y separa del resto de los contenidos mentales todo lo que no puede ser integrado. Nos salva de nosotros mismos pero al mismo tiempo nuestras fuerzas disminuyen, nuestras capacidades, nuestra entereza se ve comprometida, y también un cierto dinamismo interior.
Imaginemos un archivo escondido, una carpeta criptada, top secret. Allí hay informaciones que dicen más o menos así: todo lo que haces es inútil ya que será borrado, reseteado por la muerte. No podríamos trabajar, no nos levantaríamos de la cama, no comeríamos si mantuviéramos activo este pensamiento, porque la vida no tendría ningún sentido.
Pero en fin, de vez en cuando tenemos experiencias profundas, vemos el mundo de manera diferente, sentimos la conexión con todas las cosas, nos preguntamos sobre nuestra existencia: ¿quién soy? ¿adónde voy? ¿por qué estoy aquí?
¿No son acaso estas las preguntas que podemos hacer al arte? Preguntar al arte significa trabajar empujado por esta necesidad de superación, de respuestas frente al sentido de la vida. Preguntar al arte significa entregarse al mundo y esperar una respuesta. Entonces en el cuadro, mientras pinto veo cosas, siento que aquellas formas hablan. Las posibilidades son dos: o hay que hospitalizarme en el reparto de neurología, y muchos artistas han terminado así, o bien se está verificando un curioso y fascinante fenómeno. Los dioses comunican con nosotros, lo profundo tiene el lenguaje del poeta y del arte. Las respuestas no vendrán por SMS, sino por canales no usuales. Preguntemos al arte y éste nos dará las respuestas.